Hablar de literatura juvenil no es una actividad aislada propia de una tribu en extinción. Con una comunidad que sobrepasa los doce mil suscriptores, Laly Arce y Aarón Asmat, estudiantes de Comunicación Audiovisual en la PUCP, promueven la lectura en YouTube. Ambos adoran los libros de ficción y ningún artilugio tecnológico o digital puede competir con esta pasión.
Por: Jamilie Cubas
Portada: Insomnia Producciones y Aarón Asmat
Desde pequeños les gustaba la lectura, pero no sabían con quién compartir su emoción al terminar de leer una nueva novela. Estaban rodeados de gente que apenas lee mensajes de WhatsApp, gente que ignora que la lectura puede ser también un placer. En 2013, cuando apareció Booktube, una comunidad de Youtube donde muchos jóvenes suben videos comentando libros, Laly y Aarón dejaron de sentirse solos, la literatura nunca más sería para ellos un ejercicio solitario. De pronto terminaron siendo parte de una dinámica comunidad en la que se crean vínculos con lectores sin importar la ubicación geográfica.
En 2013 Laly Arce, de My life with books, y Aarón Asmat, de Los Reinos de Aarón, estaban en Estudios Generales Letras, tratando de encontrar un poquito de tiempo libre en medio de tantas tareas, lecturas y trabajos universitarios. De pronto descubrieron que jóvenes de otros países subían sus videos a internet contando cómo disfrutaron el final de la última novela juvenil que llegó a sus manos y devoraron hasta la madrugada. La primera en aventurarse en este nuevo camino fue Laly, quien reseñó en su primer video la novela epistolar: “Las ventajas de ser invisible”. Tiempo después Aarón se animaría a intentarlo también.
Desde entonces la rutina de ambos se vería alterada por nuevos compromisos: ir a conversatorios y ferias del libro, asistir a presentaciones de novelas, preparar la producción de sus videos y tomar contacto directo o virtual con sus seguidores… Un cúmulo de actividades diarias que ha cargado sus agendas personales y en ocasiones se ha cruzado con sus horarios de clases en la universidad.
“Por ejemplo, cuando llevé el curso de Iluminación, una de las prácticas se me cruzaba con una entrevista en RPP noticias. La entrevista era con Patricia del Río. No la podía postergar. Tuve que ir a temprano a la universidad y salir en medio del montaje”, recuerda Aarón.
Ahora él cursa el octavo ciclo de Comunicación Audiovisual. Pocos saben que ingresó a la PUCP para estudiar Gestión. Sin embargo, después de haber experimentado lo que era ser booktuber, se convenció de que lo suyo eran los audiovisuales y pidió su traslado interno.
“Los conceptos básicos de planos, la iluminación y la composición ayudan mucho en la realización de los videos”, comenta Aarón, uno de los dos booktubers que estudian en Comunica.
Según Laly, la carrera audiovisual también le permitió organizar mejor sus guiones de pre-producción y su manera de dirigirse al público.
Ser booktuber no es solo un hobbie para ellos, es un trabajo gratificante que desean seguir realizando de manera profesional porque mezcla sus dos pasiones: la producción audiovisual y la literatura.