Este informe está planteado como un trabajo periodístico sobre un fracaso del periodismo.
Por: Sheila Coronel, Steve Coll y Derek Kravitz yTraducido por Lucero Ascarza.
Portada: Víctor Aguilar
5 de abril de 2015
El pasado noviembre, Rolling Stone publicó “Una violación en el campus” por Sabrina Rubin Erdely. Su historia principal refería una horrible violación grupal en una fraternidad de la Universidad de Virginia [UVA]. A inicios de diciembre, Rolling Stone, efectivamente, se retractó de esa narración. Varias semanas después, la revista contactó a la Escuela de Posgrado de Periodismo de la Universidad de Columbia para que condujera una investigación sobre qué había ido mal. Rolling Stone proporcionó acceso a los registros de reporteo de Erdely así como a borradores de la historia. Los autores disfrutaron de libertad para investigar y escribir sobre cualquier tema que ellos juzgaran relativo a y de interés público relacionado a “Una violación en el campus”. La revista accedió a publicar la revisión completa de Columbia en su sitio web, después de una revisión legal, pero sin editar. Rolling Stone también prometió publicar extractos mutuamente acordados en su revista impresa.
Durante varios meses, los autores llevaron a cabo entrevistas e investigaciones que se extendieron ampliamente. Aun así, el informe final no pretende ser enciclopédico. El informe tiene varios propósitos previstos. Uno de ellos es iluminar las principales razones por las que el fracaso de Rolling Stone era evitable y extraer lecciones. Respecto a ello, el informe se centra en varias de las fallas en la reportería, edición y supervisión pero no en cada paso en falso que podría ser inventariado. Otro objetivo del informe es evaluar de forma independiente y a través de reportería fresca algunos de los temas que Rolling Stone cubrió en la historia, más allá de la versión de Jackie [protagonista de la historia principal] sobre el ataque sexual –particularmente la línea de tiempo de cómo la UVA manejó la información de Jackie. El informe también aborda cómo las políticas editoriales de Rolling Stone pueden ser reconsideradas para prevenir fracasos futuros. Y evalúa cómo los periodistas pueden empezar a definir las mejores prácticas al informar sobre casos de violación en los campus universitarios o en otros lugares.
El personal de Rolling Stone cooperó completamente durante la revisión. Coll y Coronel aceptaron la solicitud de Rolling Stone de no nombrar a la verificadora de datos de la historia en este informe sobre la base de que ella era una empleada subalterna sin autoridad para tomar decisiones en última instancia. Varios colaboradores de la revista declinaron responder ciertas preguntas que, según dijeron, invadían el secreto profesional abogado-cliente. Ni Columbia ni los autores recibieron, individualmente, compensación por el trabajo. Rolling Stone aceptó reembolsar los gastos.