Cuando te pones la camiseta (naranja)


Era las 7 de la noche en punto del 11 de abril de 2021, todos los televisores del país mostraban el flash electoral de la primera vuelta. Pedro Castillo y Keiko Fujimori fueron los dos elegidos por la población para continuar en la contienda electoral. El político de izquierda era un personaje desconocido para muchos y su ascenso, gracias al apoyo recibido en el sur y centro del país, resultó preocupante para el partido naranja y las élites limeñas. 

En consecuencia, canales de televisión, prensa escrita, figuras públicas, influencers y políticos de derecha dieron su apoyo a la candidata bajo un discurso en supuesta defensa del Perú y la democracia ante la inminente llegada del comunismo. 

Mientras la campaña de Perú Libre estuvo centrada en multitudinarios mítines en las afueras de la capital, el partido fujimorista empleó un discurso que apelaba a la unión nacional en favor de la “democracia” y “libertad” por medio de la camiseta de la selección peruana de fútbol. El naranja pasó a ser blanquirrojo. Este fenómeno llamó la atención de los ciudadanos, pero los programas deportivos más influyentes guardaron silencio. 

No obstante, Camila Zapata, periodista deportiva de DirecTV, se expresó constantemente sobre el tema por redes sociales. “Para un candidato político, era un negocio redondo utilizar algo que nos reúne a todos y nos lleva a un consenso como el amor a nuestra selección y a nuestro país”, opina. Considera, además, que es costumbre que colegas suyos vean con malos ojos la investigación periodística de temas tan sensibles por el miedo a perder fuentes o relaciones con instituciones.  

Keiko Fujimori y los miembros de su campaña electoral vistiendo la camiseta de la selección peruana. Foto: Eduardo Cavero, El Comercio.

Evidentemente, la variedad de opiniones entre periodistas -que explicaría el silencio de algunos- se vio reflejada en la creciente polarización entre ciudadanos. Cada uno veía en uno de los candidatos el bendito “mal menor”. Esta tensión no hizo más que aumentar cuando los propios futbolistas de la selección peruana se involucraron en el tema. Entre el 17 y 19 de mayo, varios seleccionados nacionales colgaron en sus redes sociales videos con el hashtag #PonteLaCamisetaPerú donde llamaban a un voto responsable. Entre los mensajes, destacan los siguientes:

—“Este domingo 6 junio vota por un país libre y en paz. Dile no al comunismo”. “¡Ponte la camiseta, Perú!”, de Paolo Hurtado, mediocampista de la Unión Española de Chile.

—“Aclaro que nadie me paga por hablar mal o bien de alguien”. “No soy comunista, voto por la democracia”, de Edison Flores, mediocampista del DC United de Estados Unidos.

—“Por un Perú en democracia, en libertad, unido y en paz”, de Jefferson Farfán, delantero de Alianza Lima. 

—“Ahora tenemos paz y no podemos perderla”. “Voto por la paz, arriba tu bandera”, de Claudio Pizarro, excapitán de la selección peruana.

—«Voto por un mejor futuro para los jóvenes, por la democracia y por la paz», Sergio Peña, mediocampista del Malmö FF.

Cada una de las publicaciones superan las 10 mil visitas. Las diferentes posturas respecto al pronunciamiento de los jugadores se ven reflejadas en la mayor cantidad de íconos de “me enoja” frente a los de “me encanta”. 
Foto: Facebook.

Estas y otras declaraciones fueron dadas con la intención de poner al hincha peruano entre la espada y la pared: o votas por la democracia o estás en contra de la nación. Los videos generaron que la camiseta y los futbolistas se vieran, desde los ojos de un sector de la opinión pública, manchados. 

Inclusive, las barras oficiales de la selección estaban dudando acerca de cómo reaccionar públicamente al respecto. Algunas, como “Sentimiento Blanquirrojo», decidieron manifestar su rechazo a la campaña a través de un comunicado oficial. Por su parte, “La Blanquirroja» decidió no pronunciarse para respetar la voz del futbolista. Jair Villanueva, fundador de la agrupación, explicó que quería evitar que se vincule a la barra con algún bando político. “Al estar en una situación de polarización, si sales en contra de lo que uno está haciendo, estás en el otro bando. Entonces era meterle más leña al fuego”, expresó mientras buscaba las palabras correctas para declarar durante la entrevista.

Días después, la polémica traspasó las redes sociales y se le consultó a Ricardo Gareca, entrenador del equipo nacional, sobre los pronunciamientos de sus dirigidos. Al ser una persona tan próxima a la selección, resultaba intrigante conocer su opinión al respecto. “Los jugadores de fútbol pueden expresarse libremente de acuerdo a lo que sienten y consideran, para nosotros no es un problema. Lo que me interesa es que estén enfocados en los partidos de Eliminatorias”, declaró previo al partido contra Colombia por las clasificatorias sudamericanas. 

Lamentablemente para él, la escuadra y los hinchas, las críticas solo aumentaron tras el 0-3 en Lima contra los cafeteros.

Las declaraciones de los futbolistas nacionales llamaban a endosar votos a favor de la candidata fujimorista y repetían el discurso de unión en contra del comunismo. Pero, ¿cómo se gestó esta campaña?

Según una fuente cercana a la selección peruana, que prefirió permanecer en el anonimato, los mensajes de los jugadores, que pertenecen en su mayoría a la Red de Agentes Deportivos (REDDE) y la Asesoría y Gestión Responsable de Futbolistas (AGREF), no habrían sido realizados por iniciativa propia, sino que estaban motivados por sus representantes. Días antes de la publicación de los videos, los representantes de varios de los seleccionados tuvieron una junta para discutir maneras de contribuir a lo que ellos consideraban la seguridad nacional. A raíz de ello, llamarían a sus representados para sugerirles realizar videos en los que manifestaran su opinión respecto al panorama electoral.  Por su falta de conocimiento -e interés- por la coyuntura política, los agentes recurrieron a estrategias como el miedo para convencer a los futbolistas. 

De acuerdo a la fuente consultada, con el fin de incitar la participación de los jugadores, usaron argumentos como “si gana tal candidato, lo más probable es que tengas que sacar a tu familia del país, tengas que sacar tu dinero del país y eso va a estar mal para todos”. Inclusive, los propios mánagers se ofrecieron a ayudarlos a escribir el mensaje en caso de que no tuvieran claro qué decir. 

El resultado es conocido. Entre los días 17 y 19 de mayo, los jugadores publicaron videos en sus redes sociales bajo el hashtag #PonteLaCamisetaPerú. Si bien no mencionaron los nombres de los candidatos en ningún momento, era evidente su rechazo a Pedro Castillo y su apoyo a Keiko Fujimori. La campaña generó todo tipo de reacciones y preguntas en una sociedad ya dividida. ¿Por qué se involucran en política si son futbolistas? ¿Realmente les importa el tema? ¿Acaso fue algo planeado y no espontáneo? ¿Recibieron algún tipo de incentivo para hablar? 

La fuente asegura que los futbolistas están totalmente desconectados de la realidad peruana. Por ejemplo, en el marco de las manifestaciones de noviembre de 2020 en contra del gobierno de Manuel Merino, dos referentes de la selección confesaron no saber lo que estaba ocurriendo. Es más, se mostraron totalmente indiferentes a las marchas. Con respecto a las elecciones presidenciales, ocurrió algo similar. «No les importaba, hablaban más del partido de Alianza que de ese tema. Querían publicar el video para que sus representantes les dejen de insistir», revela dicha persona. 

El tema se vuelve aún más controversial al enterarnos de que los futbolistas ni siquiera votan. Estos jugadores, entonces, se encuentran involucrados en un tema que no les interesa y del que no van a participar. No obstante, la fuente aclara que los futbolistas no recibieron ningún tipo de pago por los videos como algunos sectores especulaban.

Ahora bien, cabe preguntarse cuáles eran las intenciones de los representantes para llevar a cabo una campaña de esta índole. En principio, hay que resaltar que ocho de los jugadores que fueron parte de “Ponte La Camiseta” son representados por las dos agencias más importantes del país: Jefferson Farfán, André Carrillo, Carlos Zambrano, Raúl Ruidiaz, Miguel Trauco, Wilder Cartagena y Paolo Hurtado pertenecen a la Red de Agentes Deportivos (REDDE); mientras que Sergio Peña y Edison Flores son representados por la Asesoría y Gestión Responsable de Futbolistas (AGREF).

Si bien la persona con conocimiento del tema pudo confirmar que los mánagers se acercaron a los jugadores para realizar los videos, no pudo asegurar si tuvieron contacto con la agrupación Fuerza Popular. 

En cualquier caso, si uno revisa las redes sociales de los representantes, Twitter en específico, podrá encontrar contenido revelador. Así, Carlos Gonzales, director general de AGREF, refiriéndose al comunismo, escribió “Pensemos bien y seamos conscientes de lo que se nos puede venir como país…”. Del mismo modo, Elio Casareto, agente de REDDE, tiene en la descripción de su perfil de usuario una frase muy usada por la campaña de Fujimori: “Si somos libres, seámoslo siempre”. Además, le dio retweet a una publicación que dice «Prefiero equivocarme votando por Keiko pero salvando la economía y la democracia del Perú». 

Por su parte, Fabrizio Biancato, director ejecutivo de REDDE, le dio me gusta a un tweet que decía: “Hoy voto por el Perú. Hoy marco la K”.

Si bien es una incógnita si recibieron incentivos económicos para realizar la campaña de “Ponte la Camiseta”, podemos inferir que ciertos mánagers de estas agencias estaban de acuerdo con el discurso político empleado por el partido naranja.

Retweet de Elio Casareto, agente deportivo de REDDE. Foto: Twitter.
Fabrizio Biancato, director de la agencia REDDE, dio ‘me gusta’ a un post que expresa el apoyo hacia la candidata Fujimori. Sin embargo, la frase “Hoy voto por el Perú” pone de manifiesto que el director comparte el discurso a favor de una supuesta defensa del país. Foto: Twitter.
Publicación en Twitter de Carlos Gonzales, representante de AGREF, en referencia al comunismo. Foto: Twitter.

Por otro lado, cabe recordar que Fuerza Popular incluyó clips oficiales de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) para relacionar la emoción y la unidad nacional tras la clasificación de la selección al Mundial Rusia 2018 con el apoyo a su candidata presidencial. 

La Federación no se pronunció al respecto, aun cuando la acción del partido naranja iba en contra de sus estamentos. Esto no necesariamente significaba que la institución, como colectivo, tuviese alguna afinidad política. Más bien, la ausencia de un comunicado podría significar que la Federación no quería involucrarse en asuntos ajenos al fútbol. Nada más lejos de la realidad. Según la fuente consultada, la FPF se encarga de regular la participación política de los futbolistas peruanos. ”Pidieron a los jugadores que, si dicen algo, sean declaraciones superficiales como ‘el Perú es más fuerte unido’”, cuenta.

El caso más reciente de este control sobre las declaraciones de los seleccionados data de noviembre del año pasado, cuando se dieron las manifestaciones nacionales en contra del mandato de Manuel Merino. La fuerte represión policial acabó con la vida de dos jóvenes: Jack Bryan Pintado (22) e Inti Sotelo (24). 

Cuatro días antes de este lamentable hecho, la selección peruana visitaba a su similar de Chile en Santiago. Gran parte de la afición esperaba que los jugadores manifestaran su apoyo a la ciudadanía por medio de un gesto. Lo cierto es que la FPF les pidió explícitamente a los jugadores que no se pronunciaran de temas políticos, ya que ellos “representan a toda una nación”. “Me consta que desde dentro de la Federación siempre les han prohibido que se manifiesten”, afirma la fuente.

Algunos jugadores de la selección lucharon desde adentro para que se realice algún tipo de gesto colectivo durante el himno nacional. Finalmente, los deportistas cruzaron sus brazos durante el himno nacional, acto que, para muchos, fue una muestra poco significativa de lo que se vivía durante esos días.

Jugadores de la selección peruana abrazados durante el himno nacional en el partido contra Chile.  Foto: FPF.

La problemática generada por la campaña no solo involucró a los jugadores en actividad, sino también a los retirados. Días previos a la publicación de los videos de los deportistas, apareció un spot donde se veía a dos ídolos de Universitario de Deportes y Alianza Lima: José “El Puma” Carranza y Waldir Sáenz. 

Ambos portaban las camisetas de sus clubes ante la cámara y, posteriormente, se la quitaron para mostrar la camiseta de la selección peruana que llevaban debajo, como si se tratase de una segunda piel. Acto seguido, se abrazan y gritan al unísono “Viva el Perú, viva la democracia”. 

Otra vez es el discurso en defensa de algo que supuestamente se encuentra en peligro. Waldir Sáenz, el goleador histórico de Alianza Lima, confesó no estar completamente informado de la coyuntura política, pero tiene bien claro sus principios y, sobre todo, sus opiniones. Llama a estar atentos con el Gobierno y al cumplimiento de las promesas que hizo Pedro Castillo durante su campaña. Además, considera que los futbolistas pueden hacer pública su opinión sobre temas polarizantes. “Antes de futbolistas, somos ciudadanos. Como nos escucha mucha gente, hay que tratar de que nuestras opiniones sirvan al país”, expresa. 

Así, utilizando su figura como ícono del fútbol peruano, decidió que lo mejor para la nación era protegerla del “comunismo» si ganaba Castillo. En cierto modo, considera que estos cambios producidos por el nuevo Gobierno ya se están viviendo. Es por ello que, a su manera de ver, este tipo de videos funciona para hacerle saber a las autoridades el sentir del país. Si él podía colaborar con este objetivo, lo iba a hacer. Es lo que él consideraba lo correcto. 

Waldir Sáenz y José Luis Carranza en un spot a favor de la candidatura de Fuerza Popular. Foto: Infórmate Perú.

Acaso por la polémica generada en aquellos meses, el exfutbolista se mostraba reservado al momento de responder. La pregunta sobre quiénes lo llamaron quedó en el aire mientras aclaraba nuevamente que es su opinión. “He tenido tantas críticas jugando fútbol que ya no sé si esta fue justa o no”, indica Sáenz. Esta fue más bien una decisión motivada por lo que escuchaba en las noticias y en su entorno cercano, que tenía las mismas convicciones ideológicas. Lejos de arrepentirse de participar, considera que si está en juego la estabilidad del Perú, él no dudaría en volver a sumarse a este tipo de campañas. 

Luego de los controvertidos sucesos, el compromiso contra Colombia en el Estadio Nacional se acercaba. La goleada sufrida aquí no consiguió cambiar las asperezas que había entre la selección y una parte de la afición. Algunos atribuían este duro resultado a un hecho del destino, a una especie de karma por hacerle el juego al fujimorismo. Días después, casi por arte de magia y con muy pocas expectativas, la victoria de la blanquirroja en las alturas de Quito revitalizó el sentimiento de la hinchada, uno que quizá nunca se había perdido.

Al fin y al cabo, la selección, el equipo de todos, trasciende a las diferencias políticas o ideológicas que se puedan tener. No era posible no gritar los goles de los nuestros. Si este episodio nos ha recordado algo, es la inevitable relación entre el fútbol y la política. Debido a su gran poder de convocatoria, el fútbol en el Perú fue, es y seguirá siendo una de las principales armas para aquellos en el poder que buscan movilizar a las masas.

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