Periodista deportivo y docente universitario, Dan Lerner no es nada complaciente con el estilo de la prensa deportiva local. Es de los pocos que sostiene que la objetividad es un mito creado en las redacciones y que en los medios hay mucha gente que habla de fútbol sin mayor conocimiento.
Por: Adrián Calle
Portada: Archivo personal
Dan Lerner Patrón (30) es periodista y estudió en la Pontificia Universidad Católica del Perú. A pesar de su corta edad, cuenta con una trayectoria profesional muy fructífera: fue editor del Servicio de Noticias de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019. Recuerda que en sus años de estudiante trabajó en la revista Quehacer como redactor. Más tarde, viajó a España para realizar dos maestrías: Periodismo deportivo y Escritura creativa. Además, tiene la dicha de trabajar en As, uno de los periódicos deportivos más importantes del mundo hispano.
Su especialidad es la redacción y su pasión es el deporte: dos aspectos que fueron decisivos para la elección de su carrera. “Siento que, de alguna manera, estoy empezando a cumplir un sueño al juntar las dos pasiones de mi vida. A veces, cuando escribo una crónica de un partido de fútbol, me doy cuenta de que me pagan por escribir sobre lo que más me gusta”, declara. Sin embargo, no se encasilla solo en ese rubro. “No me considero solo periodista deportivo. Quizás el deporte es el tema que más manejo, conozco y sobre el que hablo con más autoridad. Pero he editado libros, escribo sobre temas ajenos al deporte y ahora enseño en dos universidades: UPC y PUCP”, explica.

A raíz de la pandemia, las competiciones deportivas fueron suspendidas indefinidamente. La actividad futbolística ha estado en pausa prácticamente cinco meses hasta este 7 de agosto que se reanudará la Liga 1 Movistar. Esto supuso un duro golpe al periodismo deportivo, puesto que este sector depende totalmente de la cobertura diaria de los torneos. Si no hay actividad deportiva, no hay noticias suficientes. Para mantener la oferta informativa, los periódicos y páginas web especializados tuvieron que publicar contenido de actualidad que no esté relacionado con el deporte. “Ha sido un desafío porque nos ha obligado a adaptarnos a la coyuntura. Tuvimos que leer y aprender sobre temas que no conocíamos. Ha sido un reto escribir sobre otros asuntos que son más relevantes que el fútbol. Pasé de redactar tres o cuatro notas deportivas diarias a cuatro o cinco notas sobre el coronavirus”, comenta Lerner.
Del sensacionalismo y otros demonios: el periodismo deportivo peruano
—¿Cuáles crees que son las características principales de la prensa deportiva en el Perú?
—La sección de deportes se parece cada vez más al periodismo de espectáculos. Los enfoques con los que se tratan los temas deportivos parecen de una prensa sensacionalista. Existe muy poco análisis del impacto del deporte en la sociedad. Observamos muchos rumores de transferencias y poco análisis del deporte. El periodismo tiene que servir para ubicar los problemas que se tienen que resolver y, de esta manera, mejorar el deporte peruano. Se debe hablar de temas importantes como “¿Por qué los estadios no se llenan en los partidos del torneo local?” o “¿Por qué siempre hay corrupción en la Copa Perú?”. Estas preguntas se responden mediante una investigación, como sucede en el periodismo en general. Ha quedado demostrado que el sensacionalismo es inherente al periodismo deportivo peruano. No creo que sea una condición imposible de cambiar, pero no se observan muchos esfuerzos.
—¿Piensas que el periodismo deportivo es una especialidad profesional valorada en nuestro medio?
—Creo que el hecho de que el sensacionalismo esté impregnado en esta profesión provoca que el periodista deportivo peruano no sea tomado en serio. Ambos aspectos están directamente relacionados. Como la prensa deportiva tiene este carácter amarillista, de alguna forma nos discriminan. Y tienen cierta razón. El deporte tiene mucho que aportar en la sociedad. En ese sentido, nuestro oficio debe ser considerado tan importante como cualquier otro
—¿Crees que la tecnología ha mejorado la cobertura informativa del periodismo deportivo?
—La tecnología ha facilitado, por ejemplo, la transmisión rápida de noticias. Aunque el problema del Internet es que propicia la invasión de las fake news y la posverdad. En ese sentido, diría que la tecnología ha perjudicado al periodismo deportivo. Se configuran titulares con la intención de generar clicks. Por ejemplo: “¿Qué dijo Aldair Fuente cuando le preguntaron si se iba a ir a otro equipo?”. En lugar de colocar en el titular lo que realmente dijo Aldair Fuentes.
—Muchas personas califican al periodismo deportivo como una “profesión de hombres”, ¿crees que es así?
—El fútbol y el periodismo deportivo, en general, han sido espacios muy masculinizados. No debería existir ninguna profesión exclusiva de varones. Creo que está realmente claro que una mujer puede realizar un mejor trabajo que un hombre en el periodismo deportivo. La igualdad está lejos de ser conseguida, pero se avanza lentamente”.
—Es evidente que el fútbol es el deporte con mayor exposición en los medios, ¿por qué no se da la misma visibilidad a otros deportes?
—En principio, no está bien que el fútbol tenga predominancia en los medios de comunicación por encima de otros deportes. Se debe prestar la misma atención a todos. El asunto es bien simple: el fútbol vende más porque es el deporte más popular. No está bien que se hable solo de fútbol, pero, por otro lado, es natural. En muchos casos, la finalidad de los medios no es necesariamente informar, sino generar dinero. En el Perú, el fútbol produce más plata que cualquier otro deporte. Cuando se deje de pensar en ganar dinero y se piense en qué es lo mejor para el país, se va a cambiar la manera de informar. Eso implicaría ser más inclusivo en los temas deportivos. Por ejemplo, en los Juegos Panamericanos se demostró que al peruano también le puede gustar otros deportes. Si los canales de televisión transmitieran otros deportes y existieran buenos estadios en el país, creo que la gente atendería un poco más al tenis o básquet, por ejemplo. En los Juegos Panamericanos, todos los estadios se llenaban. La gente veía, prácticamente, todos los deportes.

—¿Qué tan importante es que un periodista deportivo haya practicado algún deporte?
—Yo no creo que sea un requisito, aunque quizás ayude en algunas situaciones. Pienso que uno puede ser tan experto en fútbol sin haber jugado de forma profesional. En la televisión vemos una gran cantidad de exfutbolistas que han tenido una carrera reconocida en nuestro país, pero no son periodistas. Algunos no saben hablar, no comunican bien sus ideas o no analizan bien el deporte
—¿Crees que los exdeportistas aportan en los espacios periodísticos?
—Mi postura es clara sobre los exdeportistas que fungen como periodistas: si solo han sido buenos deportistas, no aportan en absoluto. Pero, si son personas inteligentes y saben comunicar bien lo que piensan, entonces sí. Existen muchos casos buenos como Diego Latorre, gran comentarista, y dentro del medio local está Óscar Del Portal, un exfutbolista cuya carrera deportiva fue muy corta. Además de que son buenos comunicadores, les ayuda haber permanecido en un vestuario o en una cancha de fútbol. Esas herramientas y experiencias deberían estar al servicio del público. Si no son transmitidas adecuadamente, no sirven para nada.
—¿Está bien que el periodista deportivo revele de qué equipo es hincha?
—Yo creo que sí. Es momento de dejar de creer que un periodista deportivo no puede decir cúal es su equipo favorito porque tiene que ser imparcial. Nadie es imparcial ni objetivo. En mi caso, el ser hincha de Cristal me vuelve más crítico con mi equipo que con los demás clubes. Mientras más sincero sea el periodista con su público, es mucho mejor. Muchos comunicadores ocultan su simpatía por algún club para demostrar “objetividad”, pero estoy seguro que eso es imposible de alcanzar.
—¿Quiénes son tus referentes en el periodismo?
—Como escribo diariamente y me apasiona escribir, leo a muchos periodistas como Juanma Trueba, Jonathan Wilson, Martín Caparrós y Ramón Besa. En el Perú me encanta como escribe Jaime Bedoya. Me gustan los perfiles de Leila Guerriero, extraordinaria escritora. Luis Nieto es un ‘capo’. Santiago Segurola también
—¿Qué significa para ti el deporte?
—El deporte, o el fútbol en particular porque es lo que más sigo y me emociona, es el centro de mi vida. Puede unir a distintas clases sociales, razas o religiones en una sola pasión. Es un fenómeno social que tiene el potencial para cambiar el mundo; entonces, debería entenderse como algo más que un juego. El deporte provoca sentimientos en nosotros: gritamos, nos molestamos, lloramos, etcétera. Eso hace que esta actividad competitiva sea tan humana.