La ‘Macha Caporal’: cuando la mujer derriba los estereotipos de género

‘Machita Mujer Caporal’ es el primer movimiento peruano de empoderamiento femenino, que difunde el personaje de la ‘Macha Caporal’ como una herramienta artística para el desarrollo de niñas y mujeres. En esta nota, la artista y directora del movimiento, Andrea Chuiman, cuenta sobre su trabajo y dedicación al proyecto que lidera.

Por: Salma Cruzado
Portada: @machitamujercaporal


La actriz y bailarina Andrea Chuiman (37) creó un espacio para que las mujeres, principalmente de lugares donde la educación artística es muy precaria, conozcan a este personaje que rompe con los estereotipos de lo ‘masculino’ y ‘femenino’. Esta búsqueda de la ‘Macha Caporal’, que existe dentro del mundo folclórico desde 1974, inició en diciembre de 2019. 

Rompiendo el dominio de lo masculino sobre lo femenino en la danza

El personaje de la ‘macha’ ya era conocido dentro del mundo folclórico. Ya existían otros elencos de danza que tenían su bloque de ‘machas’, pero fuera de este ámbito no se le daba la connotación de empoderamiento de la mujer. “Muchas veces me han criticado. Me han dicho que eso no tiene nada que ver con posturas feministas”, cuenta Andrea. 

Para llevar a cabo el proyecto, tuvo que realizar una investigación a profundidad sobre la danza de los caporales y sobre el personaje en cuestión. Tuvo que conversar con historiadores, especialistas, maestros de danza y personas con ascendencia puneña para conocer el origen de los caporales, tema que ha sido de disputa cultural con ribetes chauvinistas entre Perú y Bolivia. 

Decidió formar un equipo. Hizo una publicación en su cuenta de Facebook invitando a mujeres interesadas en el tema de las ‘Machas Caporales’ a una reunión en su casa a principios de enero de 2020. Sin esperarlo, a esa reunión llegó Josefina Mamani, la primera mujer que hizo de ‘macha’ en el Perú, en Puno, en 1997. Andrea la invitó a ser parte del proyecto y hasta la actualidad Josefina lo integra. Además, convocó a otra danzante de folclore, Lidia Vilcanaupa, docente, educadora y artista.

En un inicio, la idea de Andrea era dar clases y dedicarse al trabajo social. Llevar y difundir el personaje de la ‘macha’ como una herramienta artística para el desarrollo personal de niñas y mujeres, sobre todo a las que están en estado de vulnerabilidad, es decir, expuestas por su nivel socioeconómico, por falta de educación, madres solteras y víctimas de violencia. 

Sin embargo, en ese entonces, ella enseñaba en una academia de danza, donde le comentó a sus alumnas sobre el proyecto. Entre las estudiantes, se encontraba la mamá de Angélica Sotomayor, encargada de la programación de los auditorios del Británico Cultural. 

Semanas después, Angélica la llamó para comentarle que se habían enterado de su proyecto y querían que presentara una obra de teatro para marzo del 2020 por el Día Internacional de la Mujer. Inicialmente tomó la noticia con sorpresa porque esta era una idea que recién estaba trabajando, no obstante, afrontó este reto con la ilusión de saber que era una oportunidad única. 

Continuó con su trabajo de investigación sobre la ‘macha’. Decidió convocar a actrices con experiencia en creación colectiva, porque el movimiento ya contaba con bailarinas con mucha trayectoria, pero necesitaba a mujeres que la sostengan en el aspecto teatral. Convocó a Laura Santa Cruz, a quien conoció en el Centro de Música y Danza (CEMDUC) – PUCP, llamó a Lola Santillana, egresada de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica (TUC) y a su asistente de dirección, Fiorella Coraz, quien baila como ‘cholita’ en una agrupación boliviana de caporales.

Todas ellas integraron la obra de teatro. “Necesitaba a mujeres que compartieran el mensaje que yo estaba proponiendo. A gente que se conectara con el mundo folclórico”, sostiene Andrea.

A la par, tenía que financiar la obra, así que comenzaron a dar clases abiertas en la Plaza de la Bandera, ubicada entre los distritos de Cercado de Lima, Breña y Pueblo Libre. Estas tuvieron gran acogida. En tal magnitud, que a las dos semanas de haber lanzado el proyecto, ya tenían a la revista “Somos”, haciéndoles una nota.

A este movimiento de chicas, se les quiso denominar elenco. Sin embargo, ese no era el propósito de Andrea. Su objetivo era ser un movimiento de chicas que tengan diferentes experiencias con la ‘Macha Caporal’”. Es decir, que esto se convierta en un proceso para que se reconozcan o recuperen cosas que pueden haber perdido de su cuerpo o de su voz. 

En todos los años que Andrea viene enseñando la ‘Macha Caporal’, asegura que el personaje se encuentra naturalmente en cada mujer. “Yo les digo que bailen caporal naturalmente y ninguna cierra las piernas. Eso es algo que tenemos en la cabeza. Pensamos que la mujer tiene que cerrar las piernas porque al usar pollera, se ve feo que las abran”. 

Primera clase de Machita Mujer Caporal. Bailaron con un bello atardecer y con lluvia de verano en la Plaza de la Bandera, en enero de 2020. Foto: Facebook Machita Mujer Caporal.

Andrea recuerda con mucha ilusión la primera clase que dictó porque esperaba que tan solo asistieran unas 10 chicas y al final fueron más de noventa. “La recuerdo con mucho cariño porque a mitad de la clase hubo lluvia de verano y tuvimos que parar. Ya me estaba despidiendo, pero la gran mayoría de chicas que había ido eran ‘machas’ con experiencia, ya habían bailado en Puno y ahí se baila bajo lluvia, así que nos quedamos”, recuerda.

Al terminar la clase, se dio cuenta que hacían falta espacios públicos para que la mujer sea ella misma. “¿Por qué hago un pequeño llamado y aparecen tantas mujeres? Noté que muchas necesitaban sacar su voz, gritar, desfogarse, conocer y compartir con otras mujeres. Noté mucho esa necesidad que hasta ahora se sigue viendo”, manifiesta Andrea. 

Había llegado el anhelado día. El proyecto debutó el 6 de marzo de 2020 con una obra de teatro llamada “Machita Mujer Caporal” en el Teatro Peruano Británico. Estaban en su mejor momento, pero el estado de emergencia por la pandemia de la COVID-19 no permitió que continuaran las funciones de la obra. Realizaron 5 de las 8 presentaciones que tenían planificadas. 

Esto llevó al Movimiento “Machita Mujer Caporal” a trasladarse al mundo de la virtualidad, que les abrió nuevas puertas y las hizo traspasar fronteras. Tienen alumnas de Colombia, Argentina, Chile, Alemania, Estados Unidos, y de diferentes provincias del Perú. 

Asimismo, la virtualidad les permitió entrevistar a la primera mujer que hizo de ‘macha’ en el mundo, Lidia Estrada Pacheco, junto con Josefina Mamani, la primera ‘macha’ peruana. El evento fue transmitido a través de sus redes sociales. “Después de escucharlas, te das cuenta que la presencia de la ‘macha’ no es simplemente un ‘me gusta bailar’, va más allá. Representa a una mujer que suena por las botas del cascabel, por su voz, por sus pasos, por su energía, por su autonomía y por su resiliencia”, confiesa Andrea. 

Desde abril del 2020 hasta la actualidad, “Machita Mujer Caporal” no ha parado con las clases virtuales. Abrieron nuevos talleres como el de preparación física para ‘machas’ y ‘minimachitas’ para las niñas. “Muchas mujeres dicen que quieren bailar como ‘macha’, pero el personaje requiere una exigencia física y tenemos que acondicionar el cuerpo para ello”, enfatiza. 

En agosto de 2020, Andrea realizó otra convocatoria e ingresaron al movimiento Daniela Castañeda y Pamela Borja, ambas bailarinas y campeonas nacionales de ‘machas’ en diferentes concursos. Por otra parte, y continuando con la razón del movimiento, ‘Machita Mujer Caporal’ ha llevado al personaje de manera presencial y virtual a diferentes ONG, albergues y zonas más alejadas del país.

Andrea Chuiman junto a las madres de familia que participaron de la clase en Manchay a principios de 2019. Foto: Andrea Chuiman.

Antes de la pandemia, junto a la ONG “Ruwasunchis”, el movimiento dictó una clase en un cerro de Manchay, ubicado en el distrito de Pachacámac, dirigida a madres de familia y sus hijos e hijas. “Hubo pequeños problemas porque la ONG inscribió señoras de 70 años en la clase y fue un poco complicado. Pero rescato que ellas igual se integraron. La gran mayoría eran de provincia y habían venido en la época del terrorismo”, cuenta Andrea. 

Muchas de ellas conocían la danza de caporal, pero no sobre el personaje de la ‘macha’. Andrea les contó la historia y afortunadamente la mayoría se inscribió, ya que siempre les había llamado la atención el personaje varón de la danza caporal. “Pero yo les explico que no bailarán como varones. Mantendrán su esencia femenina sin caer en estereotipos”, relata Andrea.

Como planes a futuro, “Machita Mujer Caporal” anhela llegar a diferentes países, pero sin abandonar sus raíces peruanas. “La danza del caporal se practica sobre todo en países como Chile, Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Colombia. Yo quiero que “Machita Mujer Caporal» llegue más allá de nuestras fronteras”, expresa Andrea.

La ‘Macha Caporal’

Lidia Estrada Pacheco (izquierda), primera ‘macha’ en el mundo, en su primera aparición como dicho personaje en la Festividad del Señor del Gran Poder en La Paz, Bolivia, en 1974. Josefina Mamani (derecha), primera ‘macha peruana’ danzando en la Fiesta de la Candelaria de 1997. Foto: Machita Mujer Caporal.

La primera vez que se bailó de ‘macha’ en el mundo fue en Bolivia. La primera en darle vida al personaje fue Lidia Estrada Pacheco, hermana de los creadores de la danza caporal. Ellos juntaron varios elementos rítmicos, de vestuario, musicales y dancísticos. Así, recrearon la danza caporal en base al personaje del caporal ‘El capataz de los negros esclavos de las minas’ en 1967. 

En 1974 recién aparece la ‘macha’ como una mujer que baila con pantalones dentro del bloque de varones. Este personaje nace porque faltaban varones en la danza caporal y porque Lidia quería acompañar a sus hermanos en la danza. Este era el inicio de ver a un hombre y una mujer que bailaban en pantalones. 

Lidia bailó solo tres años y de ahí retornó a bailar con el personaje de ‘pollerita’ o ‘caporalita’, como se les conoce a las que bailan con faldas pequeñas y tacos. Sin embargo, lo que hizo marcó un hito en la danza caporal, fue bien recibido en Bolivia y traspasó fronteras.

En 1997 llegó la primera mujer que hizo de ‘macha’ en el Perú. En la Fiesta de la Candelaria de ese año, la puneña Josefina Mamani, a los 23 años, se convirtió en la primera ‘Machita Caporal’. Ella no se sentía identificada con el personaje de la ‘cholita’. No lo disfrutaba al bailar porque sentía que esa no era su esencia y que no iba con su energía. 

Decidió alquilar dos trajes: el pantalón del varón y la chaqueta que usaba la mujer (‘caporalita’). Los combinó y bailó con otras dos chicas. Ella ya sabía de la existencia del personaje de ‘macha’ en Bolivia y lo llevó a Puno. Sin embargo, aquí no fue bien recibida porque si bien había personas que la apoyaban, otros la tildaban de ‘machona’. Hubo agresiones tanto verbales como físicas. 

Esto conllevó a que algunas chicas desistieran de seguir bailando como ‘machas’, pero se unieron otras que sí deseaban bailar como el personaje porque querían sentir la energía explosiva que trae consigo. Josefina persistió y hasta la actualidad no ha dejado de bailar. 

“Sin amor no podría bailar ni actuar. El amor es mi principal motor».

Andrea Chuiman, actriz, bailarina y Directora del Movimiento Machita Mujer Caporal. Foto: Trome.

Andrea Silvana Chuiman Córdova, estudió en el Teatro de la Universidad Católica (TUC). Ella proviene de una familia de artistas, entre ellos su tío Adolfo Chuiman, quien participó en el programa cómico de los años ochenta “Risas y salsa” de Panamericana Televisión. 

“A los 13 años solía pararme frente al espejo y me inventaba muchas historias. Desde ahí supe que la actuación era lo que quería para mí”, cuenta Andrea. 

A los 15 años, mientras cursaba quinto de secundaria, aparece la danza de los caporales en su vida. Le gustó tanto que decidió inscribirse en la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas. En el 2001, a los 17 años, ingresó a la Facultad de Artes Escénicas de la PUCP. Tres años después, decide trasladarse al TUC para dedicarse de lleno a la actuación.

En el 2002 se abrió una convocatoria para el Centro de Música y Danza (CEMDUC) – PUCP y debido a que ya tenía experiencia en la danza de los caporales, decidió postular y fue aceptada. “Gracias al CEMDUC descubrí la mística de lo que es el folclore y el valor que se le debe dar a nuestras costumbres y tradiciones”, cuenta Andrea. 

En el 2009 se crea el Elenco Nacional de Folclore del Perú, actualmente el Ballet Folclórico Nacional del Perú. Andrea decide postular y fue parte de la primera promoción del entonces Elenco de Folclore. Ha tenido la oportunidad de viajar a países como Brasil, Colombia y México para representar al país en diversas presentaciones. 

En la actualidad, además de seguir liderando el movimiento ‘Machita Mujer Caporal’, Andrea continúa integrando el Ballet Folclórico Nacional. Cada vez que puede, lleva a la par su carrera de Teatro. Ha participado en obras teatrales como ‘Machita Mujer Caporal’ y ‘Un chico de Bosnia’; en películas de cine como ‘Sueños de Gloria’ y la película bollywoodense, ‘Robot’; en series de televisión como ‘Mi vida sin ti’ y actualmente se encuentra grabando para la novela ‘Luz de Luna’ de America Televisión, donde interpreta a la ‘Miss María’.