Luciano Gorriti: “Puedes investigar mucho, pero no hay documental si careces de una buena historia”

¿Qué es lo que distingue la reportería de un documental de la investigación para un reportaje escrito? Luciano Gorriti te lo cuenta aquí.

Por: Somos Periodismo


Es periodista egresado de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Luciano Gorriti, 37 años, trabajó como reportero de investigación para los canales 2 (Latina) y 4 (América Televisión). Su pasión, sin embargo, siempre fue el documental. En 2014 ganó un premio Emmy en la categoría  ‘Mejor Investigación Periodística en Español’ por el documental  ‘Trata de Mujeres: de Tenancingo a Nueva York’,  del cual fue productor general e investigador. Pacha Films, la productora a la que pertenecía, fue la única que logró ingresar  y filmar en Tenancingo, la capital de la esclavitud sexual.

Luciano ha participado en nueve documentales de Pacha Films que fueron difundidos por Discovery Channel. También ha realizado producciones periodísticas para canales internacionales como Vice, Bio, BBC y Al  Jazeera. Recientemente dirigió ‘Mexico, Land of Impunity’ (en español, ‘México, Tierra de Impunidad’). Actualmente realiza una miniserie de documentales sobre  innovación y tecnología.  En esta entrevista nos habla de la investigación periodística en el documental  y del trabajo que le valió un Emmy.

-¿Cómo describirías la reportería para un documental periodístico?

-Aparte de conocer todo lo que ha salido en los libros y en periódicos sobre tu tema, hay que tener mucho contacto con la calle. Muchas veces te toca hacer una investigación en otra ciudad, entonces tienes que establecer contacto con las personas que viven en dicha localidad; básicamente conocer a los que están metidos en el problema: a la víctima, victimarios y a terceros involucrados; y hablar directamente con ellos.

-¿Cuál es la diferencia entre la investigación para un documental periodístico y la que se realiza para un reportaje u otro género?

– Una fuente que te puede servir para un reportaje escrito no necesariamente te sirve para un reportaje en televisión, ni para un documental, porque de repente esa persona no está dispuesta  a salir frente a cámaras o no explica o relata bien. También debes plantear situaciones en la investigación audiovisual, sobre todo si es para documental. Por ejemplo, si estamos haciendo un documental sobre los migrantes, tenemos que captar el momento del viaje, registrar la partida. Esto en el periodismo escrito no es obligatorio, puedes hacer la investigación después del viaje de los migrantes.  En cuanto a los personajes elegidos debes tener en cuenta si ellos funcionan bien frente a cámaras.

-¿Y qué ocurre si has encontrado un testigo clave de una historia, pero se resiste a declarar?

-Si no quiere hablar, no puedes obligarlo a salir frente a cámaras. En ese caso tienes que buscar otra fuente. Hay algunas personas a las que se les protege la identidad, como a las víctimas de hechos de violencia; a ellos, por ejemplo, se les cambia la voz dado que puede haber represalias. Lo mismo se hace con los victimarios. Difícilmente un victimario va a salir frente a cámaras dando la cara. A veces lo hacen cuando saben que el programa va a salir únicamente en China o Japón, pero igual,  a la mayoría se les intenta proteger. Esa es una forma de motivarlos a participar.

Luciano Gorriti en el Río Amazonas durante rodaje del documental Peru’s Rotten Wood (2015), para Al Jazeera.

-Con respecto a las cámaras que al principio suelen ser  invasivas, ¿cuál es el proceso para que la persona se habitúe a ella?

-Hay personas que se adaptan de manera más fácil. Es distinta la reacción frente a la cámara el primer día, que al tercer día.  El primer día puedes hacer otro tipo de tomas y el tercero tener la entrevista. Usualmente intentas que la persona se olvide de la cámara. Un buen camarógrafo es aquel que pasa desapercibido. El camarógrafo estridente, que llama mucho la atención, que está dirigiendo mucho, no va  a ayudar. También la relación que tú tienes con el personaje favorece a que se desenvuelva mejor. Si lo has visto por tercera o  cuarta vez, te va tener más confianza y por lo tanto se va a soltar más. La idea es darle tiempo para que se adapte, esa es una ventaja del documental; en el reportaje tienes que sacar algo rápido.

-¿Qué elementos debe tener un buen documental?

-El documental es una pieza audiovisual, entonces el planteamiento audiovisual y la estética son súper importantes. La investigación y la historia también. Puedes investigar mucho, pero no hay documental si careces de una buena historia; no llegarás a nada.  Los personajes también son relevantes. Son una serie de elementos que sumados te dan un buen documental.

-Hay testimonios que se obtienen  pagando a la fuente. De lo contrario, no tienes historia. ¿Cuál es tu postura al respecto?

-A un entrevistado no se le paga por una razón: si le pagas a alguien se puede asumir que está haciendo un trabajo para ti y que, por lo tanto, puede estar diciendo lo que tú quieras que diga; por lo que ese testimonio pierde rigurosidad periodística. Lo ideal es buscar personas que estén dispuestas a dar testimonios sin dinero. A veces hay gente que trabaja al margen de la ley. Un traficantes de migrantes te puede pedir un tipo de ayuda; por ejemplo, que le invites la cena de esa noche. Pero, ¿pagarle por una entrevista? No.

-¿Hay un formato especial para el documental periodístico?

-El formato más utilizado es el de la televisión. Esos formatos entre treinta y sesenta minutos con cortes comerciales. Muchas veces con un personaje principal que a veces en un conductor de televisión. Si ves la televisión inglesa, como BBC y Channel 4, a veces te muestran series de una hora con formato documental; es decir, con tratamientos de personajes y desarrollo de historias, pero no son documentales.

-Y en el caso peruano, ¿en qué situación está la cultura documental? 

-En general, no hay mucha cultura audiovisual, me refiero tanto al cine como al consumo de periodismo documental.  Eso se demuestra en el presupuesto que se otorga en el Perú para cine: es bajo en comparación con otros países. Hay mucha gente que piensa todavía que la cultura  no es una inversión necesaria. Somos un país con un déficit de cultura,  de educación en general. Eso se traslada al consumo de películas y documentales.

-¿Por qué es importante el documental en el periodismo?     

-Te permite formatos más largos con mayor capacidad de análisis  y con mayor capacidad de investigación. Si el periodismo  es una herramienta o disciplina que busca informar a la sociedad para poder tener una convivencia en armonía, entonces un formato como el documental te va  a permitir una mejor compresión de algunas problemáticas.

Luciano en San Francisco (Vraem, Perú) filmando el documental ‘The Trade’ para Channel 4 de Reino Unido.

-Sobre «Trata de Mujeres: De Tenancingo a Nueva York», contaste en el taller «Husmeando en la Boca del Lobo» que la BBC y Univisión no logaron entrar a Tenancingo. ¿Cómo pudieron ingresar ustedes a esa ciudad?

-Tuvimos tiempo. Contacté al alcalde de Tenancingo y le dije que íbamos a ir a grabar. Le expliqué que Discovery Channel estaba preparando un especial súper grande (sobre el tema de trata de mujeres) y que queríamos recoger su opinión. También le mencioné el precedente de estos dos canales que no habían podido acceder al pueblo y que nosotros entendíamos que en Tenancingo aún existía un principio de autoridad, que todavía podía entrar la prensa. Ellos se aseguraron de darnos las garantías para que podamos ingresar, las cuales fueron relativas porque en determinado momento nos dijeron que nos teníamos que ir.

-¿Cuánto tiempo estuvieron grabando en Tenancingo?

-Llegamos tempranito y habremos estado hasta las tres y media aproximadamente.

-También hablaron con un padrote (tratante de mujeres)…

-Lo entrevistamos pero no en Tenancingo. Para contactarlo hubo un trabajo de semanas: teníamos un periodista mexicano, en Puebla, que no conversó solamente con él, se contactó con un montón de padrotes, hasta que llegó a este y se le propuso hablar. Accedió en un comienzo. Pero cuando se encontró con las cámaras se asustó y no quiso. Hubo que convencerlo; finalmente aceptó.

-¿Llevan algún curso de cómo tratar con víctimas de trata y de violaciones?

-No, pero los periodistas deberíamos. Yo hablé con organizaciones en México y en Estados Unidos sobre cómo abordar a víctimas de trata y de violación. La sensibilidad en el trato es muy importante. Hay personas con las que no puedes hablar de entrada. Y hay otras que ya están dispuestas a hablar. En el caso de Madai -personaje principal del documental que fue tratada y obligada a prostituirse por un padrote-, ella ya había denunciado, quería salir a la luz, quería publicar un libro, estaba estudiando una carrera y creo que el documental la ayudó mucho. Ella se posicionó como una figura notable en contra de la trata de mujeres. Ahora ya es abogada y activista.