Comunidad de Yapatera bajando en procesión acompañando un entierro. FOTO: Luis Salazar.
Señor Conquera (mototaxista) en el cementerio del caserío de Papelillo observando los caseríos y su distancia a Chulucanas. FOTO: Ivone Sheen.
Emilio Antón Flores trabajando en la creación de un fino jarrón en su taller familiar ubicado en La Encantada, Chulucanas – Piura. FOTO: Janeth Huamán.
Pablo Durán mostrando orgulloso las fotos de su trabajo como productor de limón orgánico en su casa en Chulucanas. FOTO: Alejandra Rázuri.
Polidoro Yavera, agricultor de banano y limón orgánico, descansando luego de un día de cosecha en su casa de La Matanza. FOTO: Katherine Horna.
Filomena Córdova y Rebeca Holguín pelando plátanos para hacer unos ricos chifles. FOTO: Victoria Cruz.
Don Pedro Checa, productor de mango por más de 50 años, en plena labor de cosecha en La Encantada. FOTO: Isabella Pretell.
Porfirio García realizando el releo de mango en una de las tierras de la familia Calle. FOTO: Angela Gutiérrez.
Don Lizardo cargando un panel de abejas productoras de mi el en su chacra de Piedra El Toro. FOTO: Elviz Jaúregui.
El camino hacia los campamentos de ganado están marcados por el fuerte calor, algunas veces los caballos no soportan y caen en busca de reposo. En la imagen, Santos Inga Espinoza está ayudando a uno de sus animales. Bosque seco, comunidad campesina José Ignacio Távara en el km 41 carretera Piura-Chulucanas. FOTO: Gonzalo Sánchez.
Trabajadores de ASPROSOL (Asociación de Productores Orgánicos Solidarios) en la planta de empaquetado de plátanos orgánicos (La Matanza). Al extremo superior izquierdo, Francisco, Jefe de Producción de Exportación de ASPROSOL. FOTO: Brigette Flores.
Apicultor Mario Inga redireccionando su ganado perdido en el bosque seco. FOTO: Francisco Figueroa.
Julia, niña de Yapatera barriendo su casa. Sus padres salen a trabajar a las 3 a.m. y regresan a las 5 p.m. como muchos dentro de la comunidad. FOTO: Lorena García.
La esposa de Rafael Chávez preparando el segundo desayuno del día para su esposo. FOTO: Jorge García.
Bajo el intenso sol de Piura, estudiantes y docentes del curso Fotografía Documental recorrimos Morropón y la campiña que la rodea. El propósito de esta inmersión fue registrar historias de vida representativas de un hábitat marcado por calores extremos y escasas fuentes de agua. La selección de imágenes que se presentan aquí es obra de la profesora Rocío Trigoso Barentzen. Otras fotografías aparecen publicadas en ‘De cara al sol’, el periódico editado en clase con los jefes de práctica. Los cinco mil ejemplares de este diario en formato tabloide fueron distribuidos en diciembre entre los pobladores que a lo largo de cuatro días nos abrieron sus puertas.
Por: Somos Periodismo
La experiencia de viajar forma parte de nuestra formación como personas. Viajar permite explorar otras realidades y descubrir nuevas experiencias. Viajar también nos abre al aprendizaje de nuevos saberes y conocimientos. El viajero recoge y selecciona imágenes y testimonios de los lugareños que van encontrando en su ruta.
Así descubre mejor ese territorio, a través de quienes lo habitan. Y por eso registra cómo viven, qué labores realizan y cómo se relacionan con la tierra y su entorno. Estas imágenes retratan experiencias de vida muy distintas a la cotidianidad urbana de una metrópoli gigantesca como Lima. Por eso, el viaje a la provincia de Morropón fue, para los alumnos del curso Fotografía Documental, una oportunidad extraordinaria de conocer otras maneras de vivir en un contexto radicalmente diferente al que rodea su formación universitaria.
Alumnos del curso Fotografía Documental a cargo de la profesora Rocío Trigoso Barentzen. (De izquierda a derecha) Isabella Pretell, Erick Nazario (JP), Lorena García, Alejandra Rázuri, Victoria Cruz, Francisco Figueroa, Gonzalo Sánchez, Elviz Jaúregui, Lucho Salazar, Brigette Flores, Rocío Trigoso (Prof.) Ivonne Sheen, Angela Guitiérrez, Gianmarco Loli, Janeth Huamán, César Zapata, Katherine Horna, Manfredo Buitrón, Jorge García, Patricia Díaz (JP). Faltan Rodrigo Flores y Angélica Dávila.
Los alumnos recorrieron el escenario tratando de despojarse de su condición de forasteros y acercándose a las vidas cotidianas de sus habitantes. Las imágenes son el fruto de su experiencia adentrándose en este paisaje que amalgama el bosque seco, el desierto y el valle con su gente.
Las imágenes captadas en Chulucanas, Huasimal, la C.C. Nacho Távara, La Encantada, La Matanza, Papelillo y Piedra El Toro, y los textos que las acompañan, expresan el compromiso de los alumnos por entregarles a todas y todos los pobladores de Morropón, un registro gráfico (y periodístico) de su visita, un testimonio de aquello que aprendieron en contacto con los morropinos. Esta es también una manera de agradecer y retribuir los momentos compartidos durante esos cuatro días de octubre de 2016. Gracias a las personas que permitieron que nuestros alumnos fueran testigos de sus labores. Ellos y ellas aparecen retratados en esta publicación.
➤ Puedes leer la edición impresa ‘De cara al sol’ aquí.
Escolares de la provincia de Morropón leyendo la edición impresa ‘De cara al sol’.