Mujeres trans: un ejemplo de solidaridad y resistencia en la pandemia

A pesar de la crisis económica y el desempleo, las mujeres trans han sabido mantenerse a flote. Ni bien iniciada la pandemia, ellas organizaron el Bono trans, una iniciativa que busca la entrega de comestibles y kits de higiene y bioseguridad. Miluska Luzquiños y Sandy Sussel cuentan cómo han logrado enfrentarse a las adversidades que surgieron en este periodo tan doloroso y fatal.

Por: Natalia Huerta
Portada: Facebook TRANS – Organización Feminista por los Derechos Humanos de las personas trans


En mayo del 2016, Zuleymi Sánchez, adolescente trans de 14 años, fue asesinada en la puerta de su hogar en Trujillo. Como respuesta a este acto de violencia, nace la Casa Trans Zuleymi. Miluska Luzquiños, incansable activista por los derechos humanos en el Perú, es su fundadora.

“La pandemia nos dejó mudas”, dice Miluska. Cuenta que, al inicio de la cuarentena obligatoria, recibía llamadas y mensajes de asociaciones trans de todo el Perú pidiendo ayuda. Este sector fue particularmente vulnerable dado que la mayor parte de las mujeres trans se dedican al rubro de la belleza o comestología y al trabajo sexual. Según un estudio de la Red Trans Perú, el 85,15% perdieron el trabajo entre los meses de marzo y junio de 2020.

Sin empleo, confinadas y sin dinero para subsistir, muchas perdieron la vida en situaciones precarias. Ante este desalentador panorama, organizaciones como Casa Trans Zuleymi y Transformando Lima han buscado responder con proyectos que atiendan necesidades básicas como la alimentación y vivienda. 

Bono trans: un salvavidas

La iniciativa Bono trans consistió en la elaboración de bolsas de alimentos no perecibles y kits de bioseguridad. Estos fueron repartidos entre las mujeres trans de todo el territorio peruano. En Lima, el servicio  incluyó un chequeo médico general (pesaje, tallaje y hemograma completo).

Mujeres trans preparando bolsas de alimentos en Trujillo. Foto: Facebook Casa Trans Zuleymi.

Tan solo un mes después de haberse dictado la cuarentena obligatoria, las asociaciones de mujeres trans lograron autogestionar esta ayuda humanitaria. El 21 de abril de 2020, se lanza la iniciativa Bono trans con el lema “De esta salimos juntas, vamos por todo”. Las primeras ciudades beneficiadas fueron las del interior del país (Huancayo, Iquitos, Pucallpa, Cusco y Arequipa), seguidas por algunos distritos limeños con alta concentración de población vulnerable.

En cada ciudad capital de región existe una casa trans autogestionada por una lideresa. Ellas recibieron una capacitación técnica que permitió que proyectos como Bono trans sean realizados con éxito. Cuando empezó la pandemia, alrededor de 100 a 180 mujeres trans dependían de la asistencia de sus casas locales.

“No solo depositamos el dinero en la cuenta, viajamos en equipo a la ciudad. Les enseñamos a llenar los padrones, rendir las cuentas, tomar fotos. Reconocemos el trabajo que hacen en su región y, de manera comunitaria, compramos los alimentos en el mercado. Juntas armamos las bolsas y los kits de bioseguridad en la casa. Ahí llegan las compañeras para recibirlos”, cuenta Miluska.

Bonos trans listos para ser entregados. Foto: Facebook Casa Trans Zuleymi.

El Bono trans ha sido posible gracias al financiamiento por parte de ONG’s como Out Right Action International, Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial) y Synergia: iniciativas por los Derechos Humanos. No se obtuvo el apoyo de ninguna institución estatal.

“Sabemos que con las bolsas de alimentos no vamos a solucionar la pobreza”, afirma Miluska, quien considera necesario que se creen políticas públicas orientadas hacia el bienestar de las mujeres trans. “Es necesario que el Estado continúe lo que nosotras empezamos”, comenta. 

Durante todo el 2020, el ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) no se pronunció con ninguna iniciativa para apoyar a las organizaciones trans. No fue hasta el 30 de junio del presente año que, por fin, recibieron el apoyo estatal. 

Se trató de canastas de alimentos brindados por el programa Qali Warma del Ministerio de Desarrollo e Inclusión (Midis). Este fue recibido por dos organizaciones: Asociación Féminas Perú y Asociación Civil Diversidades Trans Masculinas. Fueron en total 697 personas quienes recibieron los comestibles. Esta ayuda no ha vuelto a realizarse.

Bonos trans entregados en Lambayeque. Foto: Facebook TRANS – Organización Feminista por los Derechos Humanos de las personas trans.

Desempleadas

El 85,15% de mujeres trans perdieron el trabajo entre los meses de marzo y junio de 2020, según un reciente estudio de la Red Trans Perú. “Las mujeres trans y la Covid-19 en Perú” es el nombre del proyecto a cargo de la antropóloga Ximena Salazar y la activista trans Jana Villayzan. Este incluyó una encuesta a 152 mujeres trans de 10 regiones del país. El estudio, aún no publicado, pone sobre la mesa la realidad de esta población vulnerable.

Todos los proyectos que Miluska estaba trabajando se congelaron debido a las restricciones sanitarias. “Nos mandaron a casa, solo quedamos las tres pertenecientes al equipo técnico. Muchas mujeres de la organización se quedaron sin trabajo”, afirmó.

La investigación también muestra que el 32,64% de las mujeres encuestadas se desempeñaban en oficios relacionados con la belleza y el 28,47% en el trabajo sexual. “Las trabajadoras sexuales no pudieron acceder a los recursos. Ante las medidas de bioseguridad ya no era posible realizar esta actividad. Hubo pérdida de los ingresos regulares que les ayudaba a solventar su vida”, cuenta Sandy Sussel, importante activista y promotora de Transformando Lima.

Sin embargo, estas no son las únicas opciones. Actualmente, el 12,5% trabaja como ayudante de cocina. En porcentajes menores, se encuentran las mujeres trans que gestionan pequeños negocios, dedicadas servicio doméstico o a la promoción de la salud.

“La pandemia encuentra a muchas solo con lo necesario”, afirma Sandy. Ella explica que la población transfemenina vive en una cultura donde el ahorro no es lo habitual. “Lo que ayer se hizo, se gasta hoy”, añade.  

El estudio indica que, hasta noviembre del 2020, el 20,39% aún no volvía a trabajar. El 60,53% de mujeres que sí lograron reincorporarse a la fuerza laboral, lo hizo en nuevas condiciones. Muchas tuvieron que cambiar de rubro o intentar con pequeños emprendimientos. Solamente un 11, 84% pudo volver a trabajar igual que antes.

Las organizaciones como Casa Trans Zuleymi y Transformando Lima tienen un camino largo por recorrer: son 26,500 mujeres trans las que se encuentran en situación de pobreza. Miluska indica que el objetivo es que las compañeras creen un proyecto de vida y se incorporen al sistema laboral. “Queremos ver a mujeres trans trabajando, mujeres empoderadas que luchen y que estén en espacios públicos de toma de decisiones”, concluye.


Las malas noticias no dan tregua

-El lunes 20 de setiembre se reportó el asesinato de Gina Rodriguez, mujer trans de 25 años. -Ella fue apuñalada y abandonada en un cuarto del Hotel “El Aeropuerto”, en la Av. Tomás Valle en el Callao, donde residía temporalmente. 

-Este violento acto recuerda el trágico final de  Zuleymi Sánchez. “La discriminación laboral y violencia económica que sufre contidianamente la población trans en el Perú la llevaron a ejercer el trabajo sexual y quedar a expensas de violencias transfóbicas como esta”, se lee en el pronunciamiento de la ONG Féminas Perú.

-El domingo 12 de septiembre se reportó la desaparición de Brenda Cajuisol.