Durante la pandemia, surgió NUNA, asociación que busca acompañar y apoyar a mujeres cineastas en sus proyectos cinematográficos. Actualmente, agrupa a más de 40 directoras de cine cuyo objetivo es contribuir a que otras mujeres se animen a dirigir películas en el país. NUNA aspira a reunir a nuevas integrantes y mantiene sus inscripciones abiertas, a través de su página de Instagram. En esta nota, Rossana Díaz Costa, directora de la película Un Mundo para Julius y presidenta de este gremio, habla sobre el origen, desarrollo y retos de la asociación.
Por: Andrea Ramos Maldonado
Portada: Instagram @nuna.cine. Socias fundadoras de NUNA.
Melina León, Nuria Frígola, Rocío Lladó, Rossana Díaz Costa, Ina Mayushin,
Ana Caridad Sánchez, Judith Vélez, Marité Ugás, Delia Ackerman, Berenice Adrianzén,
Rosario García-Montero y Mariana Rondón
“¿Por qué solo para directoras?” es lo que muchos han preguntado a las integrantes de NUNA. La realidad es que ser directora en el Perú es una experiencia distinta a cualquier otra en el medio audiovisual. Es un cargo en el que con frecuencia entran en conflicto las responsabilidades familiares que recaen sobre las directoras y las altas exigencias que demanda la dirección de cine: “Casi todas somos las guionistas, productoras y directoras de nuestros proyectos; tú estás años sacándolo adelante y muchas veces estás sola en todo ese proceso. Por eso pensamos que sería provechoso que exista una asociación solo para directoras en las que ellas se puedan sentir acompañadas”, explica Rossana.
El proceso de elaboración de una película es complejo y complicado. Una de las dificultades que se presentan en el camino de las directoras es la falta de paridad observada en los concursos estatales organizados por la Dirección Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO). Esta entidad del Ministerio de Cultura promueve la industria audiovisual en el Perú a través de reconocimientos y apoyos económicos para la realización de proyectos audiovisuales.
Un caso resaltante de esta situación se observa en los financiamientos otorgados en la categoría de “Proyectos de Largometraje de Ficción”. Estos incentivos son muy importantes para financiar proyectos en desarrollo de muchas directoras y directores que apuntan a dirigir sus óperas primas. Sin embargo, desde que iniciaron las convocatorias para esta categoría en el 2012, los proyectos de directoras que ganan cada año representan una minoría preocupante respecto a sus pares, tanto de Lima como en regiones. En todos esos años no han logrado ocupar ni la mitad de las vacantes que se ofrecen para los ganadores de esta categoría.
Esta falta de paridad se agudiza con la diferenciada participación de proyectos de directoras en estos concursos. De acuerdo con información analizada por DAFO, en el 2021 solo el 15% de largometrajes presentados en los concursos nacionales fueron dirigidos por mujeres. Esta poca representatividad y reconocimiento de proyectos ocasiona que existan menos películas hechas por directoras. El año pasado, solo el 2% de los estrenos en el país correspondía a películas cuya dirección estuvo a cargo de una mujer. Frente a esta situación, la dirección cinematográfica en el Perú es aún un ámbito dominado por hombres.
Debido a este panorama adverso, marcado por la desigualdad de género, es que surge NUNA. La asociación ha comenzado a fortalecer su principal herramienta, la educación horizontal e intergeneracional. Ha reunido a directoras de diferentes edades y en distintos niveles de carrera para intercambiar conocimientos relacionados a la dirección de cine. Hasta ahora, sus integrantes han organizado siete talleres de acceso libre y gratuito para el público. En ellos se han abordado temas como la creación cinematográfica entre mujeres, la adaptación de la literatura al cine, procesos de edición cinematográfica, entre otros.
Fotos: Instagram @nuna.cine. Taller virtual de Sonaly Tuesta y taller presencial dictado por July Natters.
“NUNA” significa alma en quechua y hace alusión al espíritu creativo que impulsa a las integrantes del gremio. Esta unión apunta a construir relaciones horizontales de maestras y amigas que se apoyan en la elaboración de sus proyectos cinematográficos. También buscan lograr una justa representación de la mujer, tanto en las películas que se hacen en el Perú, como en los cargos de dirección en la industria del cine local.
Uno de los objetivos de la asociación es ofrecer herramientas de formación para que las directoras peruanas sigan creciendo en sus proyectos cinematográficos. Por ello, NUNA proyecta brindar más beneficios a las socias, a través de cursos organizados con embajadas y gremios internacionales, como CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales), en España y JEVA (Asociación Venezolana de Mujeres Cineastas), en los cuales especialistas extranjeras puedan compartir sus saberes y experiencias relacionadas a la dirección.
Fotos: Instagram @nuna.cine. Equipo NUNA.
NUNA también busca combatir estereotipos que obstaculizan el desarrollo pleno de las directoras de cine. “La problemática de las mujeres aquí va más allá del cine, es un tema de limitaciones estructurales relacionadas con el machismo. Los estereotipos hacen que una mujer con potencial para ser directora se pueda sentir incapaz de hacer cosas, cuando quizás sí tiene talento, pero nunca lo pone en práctica. Esta situación puede cambiar con NUNA. Las mujeres que quieren hacer cine se sentirán respaldadas al saber que otra cineasta puede darle un feedback sobre su proyecto”, reflexiona Rossana.
La directora de “Un mundo para Julius” recuerda que antes de crear la asociación era muy difícil que las directoras tuvieran voz y voto en las mesas de trabajo organizadas por DAFO para discutir temas relacionados a la industria audiovisual. Esto ha cambiado con la creación de NUNA, pues este año participaron en la mesa de trabajo de DAFO, en la que por primera vez se discutió la cuota de género en los premios que se otorgan en los concursos nacionales para el financiamiento de proyectos y formación audiovisual.
Jacky Riveros y Rossana Díaz Costa fueron las representantes de NUNA en esta mesa de trabajo. “El año pasado, a pesar de la presencia de mujeres en los jurados, ninguna de las concursantes en el premio de producción pudo recibir el incentivo económico y solo ganaron hombres”, explica Rossana. El resultado de esta importante participación fue la implementación de la cuota de género en los premios DAFO de Proyectos de Cortometraje, Formación Audiovisual y Desarrollo de Proyectos de Largometraje. En un futuro, apuntan a lograr la cuota de género para el concurso de “Proyectos de Largometraje de Ficción”, tan importante para impulsar el trabajo de las directoras del Perú.
NUNA espera seguir recibiendo cineastas peruanas que hayan dirigido y exhibido algún corto, medio o largometraje. Además, quiere fortalecer las redes laborales dentro de la asociación para facilitar la búsqueda de profesionales y técnicos audiovisuales durante la elaboración de proyectos cinematográficos. A largo plazo se ha planteado crear una cinemateca para la preservación y difusión de películas hechas por directoras peruanas.
“Eso que sale de ellas mismas, eso personal que están creando o pensando es algo valioso”
Finalmente, la asociación también está comprometida con las estudiantes universitarias interesadas en la dirección de cine. Para ellas se dictarán talleres formativos que puedan inspirarlas en su camino como directoras. Rossana concluye con este consejo:“Eso que sale de ellas mismas, eso personal que están creando o pensando es algo valioso. Tienen que querer lo que están creando y sirve de mucho recibir ayuda de otras mujeres que puedan leer sus proyectos”.
