Esta emisora ha llevado música clásica a los hogares del Perú durante 37 años. El escaso financiamiento que recibe últimamente, a raíz de la crisis que ha desatado la pandemia, amenaza la continuidad de sus programas. La administración ha tenido que prescindir de la mitad de su personal y necesita la ayuda de sus oyentes para mantenerse a flote.
Por: Anggie Vivas
Portada: Radio Filarmonía
Desde su fundación, Radio Filarmonía ha dependido de los auspicios y de la publicidad, explica Grete Arce, responsable de relaciones públicas de la emisora. “A causa del impacto económico y social del coronavirus, hemos perdido a buen número de nuestros auspiciadores, solo nos apoyan unas cuantas empresas. Como muchas se han ido, contamos con menos recursos para cubrir las necesidades de la radio”, precisa.
Radio Filarmonía también se sostenía con la organización de eventos públicos. Desde el año 2003, por ejemplo, realizaba un concierto con cena de gala en donde se presentaban músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú. Grete menciona que la cena les dejaba una ganancia que se invertía en el pago del personal de la radio y en el mantenimiento de los equipos de transmisión y grabación.
Además, se organizaba el Concurso Nacional de Canto Lírico en el que se presentaban jóvenes peruanos estudiantes de canto avanzado y se tenía como jurado a importantes figuras de la música clásica como Ernesto Palacio, director de la Ópera Rossini. “Este año no hemos tenido ni concierto ni concurso. Es por ello que nuestros ingresos han caído”, indica Grete.
A pesar de la escasez de recursos, Filarmonía ha seguido con sus transmisiones durante 24 horas diarias gracias al archivo que acumulado a lo largo de 37 años. Este repositorio contiene 170 mil horas de música, programas culturales, conferencias y charlas. Gracias a un convenio con el Instituto Metropolitano Protransporte de Lima, Filarmonía graba siete horas de música clásica para su difusión en algunas estaciones del Metropolitano. Grete explica que la música puede “aliviar las tensiones de la gente que espera en la Estación Central, Canaval Moreyra y Matellini”. Ella refiere que también ofrecieron el mismo servicio a hospitales públicos y clínicas privadas, pero no recibieron respuesta.
Octubre de 1983: cuando la radio se llenó de armonía
La historia de Filarmonía se remonta a octubre de 1983, cuando se forma la Asociación Cultural Filarmonía, entidad sin fines de lucro cuyo objetivo principal era fundar la primera emisora cultural del Perú. El proyecto surge con el nombre de Radio SolArmonía. Diecinueve años después, en 2002, los propietarios deciden vender sus acciones a la Empresa Editora “El Comercio” S.A., y la radio deja de salir al aire. Para reanudar las transmisiones fue necesario firmar un convenio con el Instituto de Radio y Televisión del Perú, que permitió el uso la frecuencia 102.7. Fue así como la emisora volvió con un nuevo nombre: Radio Filarmonía.
Grete Arce relata que en sus inicios la radio “era una novedad tremenda, era la única emisora cultural y muchísima gente la apoyó. Los que colaboraron en esa época eran empresas como el Banco de Crédito o el Banco Continental y Telefónica. Sus auspicios fueron muy buenos, muchas empresas querían contribuir. Además, sus directivos estaban muy comprometidos con la cultura”.
Con el paso de los años, las nuevas generaciones al frente de las grandes empresas han mostrado otras ideas sobre marketing y responsabilidad social empresarial. Ahora prefieren mantenerse al margen de este tipo de financiamientos. Es por ello que “en los últimos años nuestros benefactores han sido sobre todo asociaciones culturales y no precisamente empresas. Solo teníamos catorce auspiciadores antes de que empezara la pandemia”, precisa Grete.
Los amigos de la radio
Filarmonía cuenta con un ‘Círculo de Amigos’ que dona sumas mensuales para el mantenimiento de la emisora. Actualmente hay unas 300 personas en este círculo, pero como manifiesta Grete Arce: “Algunos han dejado de donar porque no tienen ingresos y es preocupante porque ese es uno de los pocos apoyos que tenemos”.
Gerardo Alvis, un fiel seguidor de la radio, cree que Filarmonía es de mucha ayuda dentro del contexto de la pandemia porque le recuerda a la tranquilidad que solía tener hasta el verano pasado. “Encendía la radio para entretenerme, era una forma de distracción y sentía que alejaba las cosas malas que pasaban a mi alrededor”. Su padre le inculcó el gusto por la música clásica desde que era muy pequeño y no imagina un día en el que le falte este género. Tanto él como Grete y los otros muchos seguidores de la radio se hacen la misma pregunta: ¿qué vamos a hacer nosotros cuando no haya más Filarmonía para disfrutar?
Cómo podemos ayudar
El domingo 11 de octubre, al mediodía, el maestro Aurelio Tello, compositor clásico, musicólogo y director coral peruano-mexicano, participará en un encuentro sobre música virreinal. Acceder a este conversatorio tiene un costo de 30 soles. Tu aporte ayudará a que Filarmonía siga con vida. Grete quiere hacer un pedido a los oyentes de Filarmonía: “Necesitamos tu apoyo. Si quieres contribuir puedes ingresar a la página web: www.filarmonia.org o escribir al correo: aportes@filarmonia.org”.