Lleva seis años trabajando al lado de Gustavo Gorriti, a quien considera su maestro y mentor. Acuciosa periodista de IDL-Reporteros, Romina Mella se ha especializado en investigaciones sobre narcotráfico, temas de seguridad interna y casos de corrupción en las esferas del poder. Recuerda que empezó en La República hace poco menos de una década y que las coberturas diarias de política no colmaban sus expectativas. Por eso renunció y empezó a buscar otro espacio laboral. Poco después encontró un medio chico para hacer periodismo a lo grande.
Por: Eduardo Zani
-¿Qué te llevó a estudiar periodismo?
-Soy una persona muy curiosa, y siempre me gustó la investigación. No sabía en qué rama aplicarla, en determinado momento pensé que el periodismo era la mejor.
-¿Qué opinas del periodismo de investigación en el Perú?
-La situación es difícil en los medios tradicionales. En los últimos años varios diarios cerraron sus unidades de investigación, en otros casos estos equipos de reporteros han sufrido recesos o recortes de personal. A raíz de esta situación crítica se han creado nuevos espacios para hacer periodismo, han surgido medios independientes que buscan publicar y contar historias que los medios tradicionales ya no quieren cubrir. Y estos ya no lo hacen por distintas razones: porque investigar demanda tiempo y dinero, porque los temas de interés público no les importan, porque estos contenidos no van a generar el tipo de lectoría o impacto que quieren, o porque simplemente son temas incómodos que chocan con los intereses privados y comerciales de los medios. Además no es un problema que solo ocurre en el Perú, es global. En Estados Unidos existe un problema mayor debido a la crisis del papel. Diarios como The New York Times o The Washington Post han reducido sus salas de redacción. Periodistas experimentados dejaron los medios tradicionales y buscaron el respaldo de capitales privados dispuestos a financiar el periodismo de investigación sin fines de lucro. Este tiene una lógica de trabajo distinta. Ese es el caso de Propublica, por ejemplo. Como en Estados Unidos, hay varias iniciativas en Perú, IDL-Reporteros es una de ellas y el año pasado se lanzaron dos nuevas plataformas de periodismo de investigación: Convoca y Ojo Público.
“Existen muchos medios digitales que son una buena opción porque en internet no tienes que cargar con los gastos administrativos de un medio tradicional”.
-¿La suerte está echada para el periodismo de investigación?
-No. Creo que sí hay oportunidad para trabajar y hacer periodismo y no solo de investigación. Existen muchos medios digitales que son una buena opción porque en internet no tienes que cargar con los gastos administrativos de un medio tradicional. En IDL-Reporteros somos pocas personas, no tenemos un gran presupuesto, pero en estos cuatro años de existencia hemos hecho buenas investigaciones. Algunas de ellas han generado reformas en distintos sectores, han paralizados compras, han tenido que renunciar ministros y hasta vicepresidentes de la república. No se trata del medio en el que estés, sino de la calidad de periodismo que puedas hacer en cualquier espacio. No necesitas estar en un medio grande para hacer periodismo de calidad.
-¿El periodismo de investigación funciona como una especie de “detective”?
-En parte sí. Lo que pasa es que el periodismo de investigación profundiza mucho sobre un tema o un aspecto porque se trata de revelar hechos que algunas personas tratan de mantener ocultas. Funciona como detective porque utiliza las técnicas policiales para llevar a cabo sus investigaciones. Maneja fuentes propias y confidenciales, busca información reservada, saber leer entre líneas, conecta un elemento con otro y eso finalmente le permite construir una historia.
-¿Qué opinas de la compra de acciones de Epensa que hizo hace dos años El Comercio?
-¿El caso de la concentración de medios? Claro que hay concentración de medios. Eso debería estar regulado; teniendo en cuenta, además, la línea editorial que tiene la familia Miró Quesada. De igual modo, pienso que también hubiese sido cuestionable si La República compraba una parte de Epensa. Sería lo mismo porque La República tiene una participación en el canal 4, en canal N, y también tiene varios medios. Me parece que mientras más pluralidad exista y disfrutemos de más diversidad de medios exista se garantiza un equilibrio de la información que se da a las audiencias.
-¿Qué tan significativo es para ti trabajar al lado de Gustavo Gorriti?
-No tengo muchas experiencias laborales. Tengo ocho años como periodista, trabajé dos años en La República y llevo seis en IDL. Empecé en el área de seguridad ciudadana cuando él era jefe y yo hacía investigaciones y notas que tenían que ver con los organismos de seguridad; después se creó IDL-Reporteros. Gustavo es la persona de quién más he aprendido. Ha sido un gran aprendizaje, hasta ahora lo sigue siendo. Conozco a varios periodistas, no solo contemporáneos a mí, sino periodistas mayores, con mucho recorrido, y de todos los que conozco me parece que él es la mejor persona. Es una gran persona, lo que hace que sea un buen periodista.
“El periodismo de investigación profundiza mucho sobre un tema porque se trata de revelar hechos que algunas personas tratan de mantener ocultas”.
-¿Estás contenta?
-Sí, estoy súper contenta, si bien IDL-Reporteros es un medio pequeño y necesitamos muchísima más gente, el único requisito para publicar una investigación es que esté bien hecha, y esa es una posibilidad que no tienes en otros medios. Siempre existen otros inconvenientes por los que un periodista tiene que pasar. Lo disfruto mucho, tengo libertad y puedo hacer las historias de investigación que me gustan, además que son relevantes y se tienen que conocer.
-¿Cuál ha sido el trabajo en el que has invertido más tiempo?
-No sé. Es que desarrollo mis investigaciones paralelamente. Hago trabajos de largo aliento. Los que más tiempo demandaron son los de narcotráfico y un trabajo que tuvo que ver con la corrupción del gobierno aprista (Garrido Lecca, Navas, García y algunos otros integrantes de ese partido).
-Los estudiantes de periodismo comentan mucho la entrevista que le hiciste a Artemio con Gustavo Gorriti. ¿Qué tan importante fue para ti?
-Fue una experiencia muy interesante porque yo había escrito sobre Sendero, sobre la lucha contrasubversiva y también sobre el narcotráfico. Y tener la posibilidad de entrevistar al líder de Sendero Luminoso en el Huallaga es algo que pocos periodistas pueden hacer. Fue una gran experiencia: el proceso de cómo se acordó la entrevista, llegar hasta allá, conocer y hablar más de cerca con los combatientes que estaban en ese lugar.
-¿Cómo fue el diálogo con Artemio? ¿Bajo qué condiciones lo realizaron?
-La única condición fue que no tomáramos fotografías de los rostros de los senderistas (porque eran combatientes, es decir, entran en campaña militar y luego regresan a sus casas) para no ponerlos en riesgo, para evitar que luego fueran descubiertos y capturados por la policía. Tampoco podíamos decir el lugar exacto donde se había hecho la entrevista; supongo que por una cuestión de protección, para no ser encontrados por la policía. Pero en cuanto al contenido de la entrevista no hubo ningún acuerdo, preguntamos todo lo que nos parecía importante y relevante para nuestra investigación. Su hubiera existido alguna restricción en el contenido de la entrevista no la hubiéramos aceptado.
-¿Qué haces si te amenazan de muerte o te advierten que te denunciarán si publicas un reportaje?
-Si te amenazan, la mejor forma de responder es publicando. No se debe dejar de publicar. El periodista debe llevar una vida correcta y transparente para que no ocurran eventualidades como los chantajes, por ejemplo. Si te dejas amedrentar o chantajear una vez, estás muerto porque saben que pueden contigo. Hay que ser valientes, si te metes a este trabajo sabes que habrá riesgos y consecuencias. Si eres consciente de los riesgos, si aceptas lidiar con las cartas notariales y los juicios y, a pesar de todo, estás dispuesto a seguir seguro es porque este trabajo es para ti.
-¿El periodismo es todavía una profesión gratificante?
-Sí, claro. Es una forma de vivir, a mí me apasiona lo que hago. Se dice que es sacrificado, pero creo que cuando realmente hay sacrificio por algo el resultado es gratificante. No hay horarios, es complicado, pero la posibilidad de poder informar a la gente, de generar cambios, de hacer reformas y cambiar la vida a las personas, es impagable.
-La interactividad con los lectores de la página web de IDL-Reporteros no es tan intensa como la de otros medios digitales ¿A qué se debe?
-Nosotros tenemos moderados los comentarios. No todos los que llegan a la web los publicamos. Algunos contienen mucha información y los respondemos directamente por un correo privado. Cuando ponen cosas ofensivas no las mostramos, pero no por nosotros, sino por las personas involucradas en la publicación. No es la clase de participación que queremos generar. De hecho tenemos que dar libertad a la gente para que se exprese, pero sí creo que tiene que estar moderado.
-¿Cómo te ves de aquí a diez años en el periodismo?
-No sé (risa). Me gustaría hacer un montón de cosas. Seguir escribiendo historias. Me gustaría que IDL-Reporteros crezca y se fortalezca más. Que tengamos más recursos y más periodistas porque si bien hemos logrado buenas cosas siendo lo que somos, creo que si duplicamos en número o fuésemos tres o cuatro veces más, seríamos un ejército de periodistas haciendo investigación y eso sería genial. En fin… No tengo claro ahora dónde estaré, de lo que sí estoy segura es que estaré haciendo periodismo.